Bandas mexicanas del narco se instalan en Panamá
Ya están aquí. Carteles mexicanos de la droga empiezan a tener mayor presencia en Panamá, según un reporte del diario Crítica.
El diario nombra la llegada a Panamá de grupos como el "Cartel de Sinaloa", "Los zetas", "El cartel del Golfo" y "La Familia", que en México han causado zozobra.
A continuación el reporte de Crítica:
Hace dos meses, la Policía Nacional detuvo en Panamá a un poderoso miembro del cartel de Sinaloa, apodado “El Coronel”.
Su arresto y después traslado se hizo por medio de una alerta que envió la Procuraduría General de México que lo solicitaba por tener casos pendientes con la justicia en ese mencionado país, reveló una fuente investigadora.
El cartel de Sinaloa fue el primero de los carteles mexicanos que se establecieron en este país, realizando primeramente negociaciones con miembros de los carteles colombianos a principio del Siglo 21.
En la actualidad, ese mismo rol de utilizar Panamá como centro de negociaciones, no se ha desviado. La organización criminal ha establecido centro de reuniones y de operaciones para el envío de los cargamentos y se han aliado con grupos de tumbadores de drogas locales que delinquen en Panamá Este, Panamá Oeste y Colón.
Dicha organización tiene contacto con otros grupos de Costa Rica, los cuales colaboran a pasar sus cargamentos ilícitos por Paso Canoa.
Las investigaciones han revelando que dicho Cartel se asocia a la compra de distintos estamentos de seguridad de la frontera tico-panameña.
Ese grupo estaba detrás de una acción para silenciar a un tumbador panameño que presuntamente está vinculado a una ejecución registrada en el 2008 en un restaurante ubicado en Vía Porras, donde cayó abatido a tiros una de las principales fichas de ese cartel.
En Panamá están usando algunas iglesias para lavar dinero y detrás de ellas están algunos tumbadores. Se mueven en corregimientos como Curundú, El Chorrillo, Santa Ana, Juan Díaz y Pedregal.
Otra organización criminal que tiene presencia notoria en Panamá es el “Cartel de Los Zetas”.
A finales del 2010, las autoridades mexicanas detuvieron en el estado de Hidalgo a Eduardo Ramírez Valencia, alias “Profe”, principal negociador de cargamentos de drogas que utilizaba como ruta Panamá, luego República Dominicana y finalmente Estados Unidos.
Sin embargo, la presencia de ese grupo va más allá, ya que las autoridades colombianas y ticas han comprobado que dicha organización criminal se encuentra aliada con el Frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que delinque a pesar de los esfuerzos del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), en Darién.
También sospechan que algunos elementos de “Los Zetas” están entrenando a miembros de las FARC en estrategia militar, ya que la mayoría de ese grupo son exmilitares retirados o dados de baja por corruptos en México y Guatemala, señalan las investigaciones.
De igual forma, la presencia del Cartel del Golfo en Panamá se ha consolidado con la participación de pandillas locales, y producto de esa unión dicho grupo delictivo en Panamá ha incursionado en el tumbe de drogas.
La organización mexicana utiliza a los miembros de las pandillas para cobrar cuentas y realizar ejecuciones, tal como ha acontecido durante los últimos meses en perjuicio de cabecillas y tumbadores locales en el interior del país, específicamente en Panamá Oeste.
El Cartel de la Familia Michoacana también tiene operaciones. Se ha recibido reporte en David, Chiriquí, que se han aliado con pandilleros que se mueven hasta tierra altas, Puerto Armuelles y Boquerón, para el trasiego de drogas.
En vista de que en Panamá hay un centro regional antidrogas, los diferentes carteles compran y alquilan fincas en Chiriquí (cerca a la frontera con Costa Rica), Bocas del Toro, Veraguas y Azuero.
El diario nombra la llegada a Panamá de grupos como el "Cartel de Sinaloa", "Los zetas", "El cartel del Golfo" y "La Familia", que en México han causado zozobra.
A continuación el reporte de Crítica:
Hace dos meses, la Policía Nacional detuvo en Panamá a un poderoso miembro del cartel de Sinaloa, apodado “El Coronel”.
Su arresto y después traslado se hizo por medio de una alerta que envió la Procuraduría General de México que lo solicitaba por tener casos pendientes con la justicia en ese mencionado país, reveló una fuente investigadora.
El cartel de Sinaloa fue el primero de los carteles mexicanos que se establecieron en este país, realizando primeramente negociaciones con miembros de los carteles colombianos a principio del Siglo 21.
En la actualidad, ese mismo rol de utilizar Panamá como centro de negociaciones, no se ha desviado. La organización criminal ha establecido centro de reuniones y de operaciones para el envío de los cargamentos y se han aliado con grupos de tumbadores de drogas locales que delinquen en Panamá Este, Panamá Oeste y Colón.
Dicha organización tiene contacto con otros grupos de Costa Rica, los cuales colaboran a pasar sus cargamentos ilícitos por Paso Canoa.
Las investigaciones han revelando que dicho Cartel se asocia a la compra de distintos estamentos de seguridad de la frontera tico-panameña.
Ese grupo estaba detrás de una acción para silenciar a un tumbador panameño que presuntamente está vinculado a una ejecución registrada en el 2008 en un restaurante ubicado en Vía Porras, donde cayó abatido a tiros una de las principales fichas de ese cartel.
En Panamá están usando algunas iglesias para lavar dinero y detrás de ellas están algunos tumbadores. Se mueven en corregimientos como Curundú, El Chorrillo, Santa Ana, Juan Díaz y Pedregal.
Otra organización criminal que tiene presencia notoria en Panamá es el “Cartel de Los Zetas”.
A finales del 2010, las autoridades mexicanas detuvieron en el estado de Hidalgo a Eduardo Ramírez Valencia, alias “Profe”, principal negociador de cargamentos de drogas que utilizaba como ruta Panamá, luego República Dominicana y finalmente Estados Unidos.
Sin embargo, la presencia de ese grupo va más allá, ya que las autoridades colombianas y ticas han comprobado que dicha organización criminal se encuentra aliada con el Frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que delinque a pesar de los esfuerzos del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), en Darién.
También sospechan que algunos elementos de “Los Zetas” están entrenando a miembros de las FARC en estrategia militar, ya que la mayoría de ese grupo son exmilitares retirados o dados de baja por corruptos en México y Guatemala, señalan las investigaciones.
De igual forma, la presencia del Cartel del Golfo en Panamá se ha consolidado con la participación de pandillas locales, y producto de esa unión dicho grupo delictivo en Panamá ha incursionado en el tumbe de drogas.
La organización mexicana utiliza a los miembros de las pandillas para cobrar cuentas y realizar ejecuciones, tal como ha acontecido durante los últimos meses en perjuicio de cabecillas y tumbadores locales en el interior del país, específicamente en Panamá Oeste.
El Cartel de la Familia Michoacana también tiene operaciones. Se ha recibido reporte en David, Chiriquí, que se han aliado con pandilleros que se mueven hasta tierra altas, Puerto Armuelles y Boquerón, para el trasiego de drogas.
En vista de que en Panamá hay un centro regional antidrogas, los diferentes carteles compran y alquilan fincas en Chiriquí (cerca a la frontera con Costa Rica), Bocas del Toro, Veraguas y Azuero.
