Maná en espectacular concierto en Panamá
Espectacular. Los asistentes al concierto de Maná en Panamá gozaron de las interpretaciones del grupo mexicano el pasado fin de semana, tras una ausencia de cuatro años.
La agrupación se presentó en el Centro de Convenciones Figali, lleno de bote en bote para el mágico concierto.
El diario La Prensa lo reseñó así:
La agrupación se presentó en el Centro de Convenciones Figali, lleno de bote en bote para el mágico concierto.
El diario La Prensa lo reseñó así:
Panamá volvió a ser territorio fértil para la banda mexicana Maná que convocó el suficiente público para que el Figali Convention Center luciera repleto el pasado 12 de noviembre, en su espectáculo Drama y Luz.
Las largas filas rodeaban el local desde temprano y los estacionamientos y veredas fueron ocupados en poco tiempo.
A las 9:00 p.m. el público, muy heterogéneo, daba gritos y aplaudía pidiendo la salida de la banda recién galardonada con dos Grammy Latino, mientras se reproducía un audio con varias indicaciones: prohibido parase sobre las sillas, no grabar el show con celulares o cámaras y no aglomerarse en los pasillos.
A las 9:20 p.m. apareció un grupo de músicos en la tarima. “¡Maná!”, gritaron más de cuatro, pero se trataba de la agrupación panameña Océano, que interpretó cinco de las canciones de su repertorio. En medio de su actuación, subió al escenario el administrador de la Autoridad de Turismo, Salomón Shamah, tecladista de la banda. “Acaba de llegar de un viaje”, explicó el vocalista Leo Goldfarb.
Con Él derramó su amor por ti (muy recordada y coreada) cerraron su participación ante aplausos.
Vino un lapso más de espera y a las 10:30 p.m. la luz rompió con la oscuridad y el silencio del lugar. Se escuchó algo de música sinfónica y el ritmo de Los Beatles, y finalmente Maná salió a la moderna estructura, que contó con pantallas movibles, numerosas luces robóticas, efectos visuales y alas a los costados. Es que la banda siempre se esmera en sus montajes escénicos.
Con Lluvia al corazón abrieron su espectáculo. “Es noche de sábado, vamos a pasarla de la puta madre... Los extrañábamos”, expresó el cantante Fer Olvera.
Cantaron Oye mi amor, Manda una señal, El espejo, Justicia, Tierra y libertad, De pies a cabeza, Rayando el sol, Bendita la luz, Amor clandestino, Mariposa traicionera, Latinoamérica y Corazón espinado, en ese orden.
Para la siguiente canción, llamaron al panameño José Iglesias para que los acompañara, con su guitarra, en Me vale. Se trata de una iniciativa de la banda para dar un espaldarazo a los jóvenes talentos. El chico tocó junto al guitarrista Sergio Vallín y se llevó una ovación.
El concierto continuó con el show de Alex (el baterista, no el cómico león del filme Madagascar) con sus bolillos y tambores. El animal, como le dicen a Alex, le pegó con todo a su batería, incluso estando de pie sobre el banco, de espaldas, haciendo maromas con los bolillos y siendo elevado por una plataforma.
No hay nada mas difícil que vivir sin ti, Vivir sin aire, Cómo te deseo, Déjame entrar, Clavado en un bar y un popurrí con Te lloré un río, Cachito, Se me olvidó y Eres mi religión (interpretado desde una tarima espacial ubicada en el centro del local) culminaron, aparentemente, el espectáculo, pero nadie se movió de su silla y, por el contrario, pidieron más y Maná complació con Labios compartidos y En el muelle de San Blas, para, ahora sí, terminar a la 1:00 de la madrugada de ayer.
El sonido estuvo diáfano y las personas lucían felices al punto que se mantuvieron de pie casi todo el show.
Maná presentó un video sobre el cuidado medio ambiental y recordaron que en los países latinos estamos llenos de corrupción y problemas, pero también de sueños.