Festival de Cine de Panamá destacado en México
El diario Milenio destaca el domingo la fiesta fílmica vivida en la capital panameña por primera vez en años.
"La primera versión del International Film Festival Panamá no le pide nada a los mejores encuentros cinematográficos del mundo", dijo Milenio.
Panamá • Nada mejor que celebrar al cine en un festival a la orilla del mar, con fiestas todos los días en lugares como la embajada de España, un barco o la terraza de un casona del casco antiguo de la ciudad, construido para evitar los saqueos del pirata Morgan. Del 26 de abril al 2 de mayo del 2012 se llevó a cabo un evento que sobrepasó las expectativas de sus organizadores con un lleno total en las salas del Cinemark ubicado en la calle Balboa, que atraviesa la ciudad y corre a lo largo del Cinta Costera.
Esta fiesta del cine recuerda el maravilloso y desaparecido Festival de Cine Francés que se llevaba a cabo en el Puerto de Acapulco, por la calurosa acogida a la prensa internacional; el comité de invitados hizo un gran trabajo y le dio la misma atención a la prensa que a cualquier celebrity de Hollywood. Transporte en Mini Cooper a todas las sedes del festival, hospedaje en uno de los hoteles más chic de la ciudad, Le Meridien, con una sala de prensa con vista al mar. Otro plus del festival son las funciones al aire libre (gratuitas) que han tenido un gran éxito entre el público que no podía pagar los elevados precios del Teatro Nacional; una de las cintas que tuvo mejor recibimiento de la audiencia panameña fue Juan de los muertos, del cubano Alejandro Brugués, la primera película cubana de zombis: una comedia irreverente llena de ironía y crítica política; todos los espectadores reían a carcajadas con los hilarantes —aunque repetitivos— gags de los muertos vivientes o disidentes. A la función al aire libre de esta película asistieron al alrededor mil 200 personas. Al parecer la tradición de pasar cintas al aire libre en Panamá es muy común, pues paralelamente al festival, en otros sitios del casco antiguo se exhibían películas para niños, no se sabe si con permiso de los distribuidores o no…
Un evento fuera de serie en una ciudad sui géneris
Por segunda vez en la historia de Panamá —comentó la codirectora del festival, Pituka Ortega— se hace un intento en el país de llevar a cabo un festival de cine que no le pide nada a los mejores del mundo. El slogan de esta edición fue: “Cuando el cine aparece sucede lo increíble”; la muestra contó con 50 películas de 26 países (muchas de ellas premiadas en los mejores festivales del mundo), siete secciones, tres cedes (Cinemark, El Teatro Nacional y el parque para las funciones al aire libre). El acento estuvo puesto en el cine iberoamericano; no faltaron las alfombras rojas, un poco provincianas, pero no por eso dejaron de ser glamorosas.
El IFF Panamá empezó con el pie derecho: no parecía una primera edición; el programa incluyó cintas que han tenido muy buen recibimiento en los mejores festivales del orbe comoRompecabezas, de Natalia Smirnoff (sección Óperas Primas Internacionales), que se exhibió en la Berlinale hace un par de años; o La chispa de la vida, de Alex de la Iglesia, protagonizada por Salma Hayek (de la sección Retrospectiva) que se estrenó en febrero en la Berlinale; otros filmes han pasado por festivales como Rotterdam, Toronto, Miami, entre otros. Una de las más exitosas con el público (lleno total en una función de las 9 de la noche del 30 de abril) fue Los Colores de la montaña, conmovedora y terrible historia dirigida por el colombiano Carlos César Arbeláez; producida y realizada por un equipo cien por ciento panameño, esta obra ha participado en más de 120 festivales del mundo. La historia trata sobre cuatro amigos que viven en las montañas de Colombia, cuyo único interés es poder jugar futbol y poder regresar a la escuela. Poco a poco y si necesidad de escenas gráficas del conflicto entre las FARC y el ejercito, los niños y sus familias se ven obligados a emigrar de sus pueblos natales, para poder sobrevivir a los ataques de la guerrilla y de los militares, cuando ellos lo único que quisieran es recuperar su balón de un campo minado para poder llevar a cabo su torneo de fut. Al finalizar, el público aplaudió varios minutos y se quedó a una interesante conversación con el director y su equipo.
Asimismo, esta primera edición del IFF Panamá contó con una retrospectiva del español Alex de la Iglesia, en la que se exhibieron a los largo de los siete días que duró el festival algunas de las películas más significativas del culto que se ha formado alrededor de la obra de este extraño personaje: Crimen Ferpecto (2004), El día de la bestia (2005), La chispa de la vida (2011), La Comunidad (2000) y Los Crímenes de Oxford (2008), protagonizada por Elijah Wood.
Igualmente se exhibieron estrenos mundiales como la cinta esperada por los panameños Ruta de la luna (sección Cine del Istmo), obra panameña del director ecuatoriano Juan Sebastián Jácome, cuyo estreno tuvo lugar el domingo 29 de abril en Teatro Nacional de Panamá con bombo y platillo; un road movie (no tan afortunado) que fue presentado por el director-fundador del IFF Panamá, Henk Van Der Kolk, un canadiense que por azares del destino adoptó Panamá como segunda residencia (también fundador del Festival Internacional de Cine de Toronto). A la premier asistió lacrème de la crème de Panamá.
EL IFF Panamá tuvo también invitados especiales como Fernando Trueba, nominado al Oscar en 2012 por Chico & Rita; Arturo Ripstein (con 37 películas filmadas desde 1965), ícono del cine mexicano y favorito de algunos festivales más importantes del mundo, como Cannes. Ripstein vino a Panamá junto con su esposa-guionista de varias de su películas, Paz Alicia Garcíadiego, quienes presentaron su versión de Madame Bovary: Las razones del corazón, en la sección Panorama Iberoamericano. El director mexicano (con el seño fruncido casi todo el tiempo) no estaba muy contento con el público panameño. Dijo en entrevista que los panameños no están acostumbrados a ir al cine a ver películas, sino más bien van a comer nachos, palomitas, jochos y hasta tacos. Lo cual le pareció muy molesto, prueba de que en Panamá hace mucha falta una muestra como ésta para fomentar la cinefilia y la cultura cinematográfica.
Otra mexicana que llegó a Panamá partiendo plaza fue la actriz mexicana Marisol Centeno, joven actriz de mucho talento y belleza. Se presentaron el la muestra dos cintas en las que ella participa:Bacalar de Patricia Arriaga y Fecha de caducidad de Kenya Marquez. La actriz asistió a una función gratuita para niños que se llevó a cabo en el Teatro Nacional y nos contó que fue todo un éxito. Marisol también fue una de las protagonistas de las fiestas más importantes del festival. Fue un gran éxito la función gratuita para niños de la cinta Bacalar en el Teatro Nacional.
A dos días de finalizar la primera edición del IFF Panamá, los organizadores del evento no daban crédito de la respuesta que ha tenido esta magna muestra de cine con los habitantes de una de las ciudades más sui generis de Latinoamérica. Las salas de cine del Complejo Cinemark, ubicado en el Multicentro (un centro comercial apabullante que parece un laberinto nada acogedor) han estado abarrotadas; lo que demuestra la avidez que tenían los panameños de ver buen cine y, sobre todo, latinoamericano.
